Soñadores de Nueva York: Un viaje a México y de regreso

La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) es una política anunciada en 2012, que proporciona autorización de trabajo y protección contra la deportación a los inmigrantes que llegan a los EE. UU. a una edad temprana. El año pasado, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito consideró que la política de DACA era ilegal, y aunque las personas con permisos de DACA válidos mantendrán sus protecciones por ahora, la política está cerrada para nuevos solicitantes, dejando a más de 400,000 personas que eran elegibles sin poder inscribirse en DACA. El futuro de DACA sigue siendo incierto. Aproximadamente 150,000 "Soñadores", los beneficiarios de DACA, viven en los cinco distritos de la ciudad de Nueva York.

El mes pasado, 21 Dreamers del área de la ciudad de Nueva York hicieron un viaje de libertad condicional avanzada a la Ciudad de México. Esta visita fue organizada por Mixteca y La Colmena en colaboración con el Instituto de Estudios Mexicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) y recibió el apoyo del Congresista Dan Goldman.

Durante esta semana significativa, los Soñadores, muchos de los cuales no han puesto un pie en México desde la infancia, revisaron sus raíces, idioma y cultura, explorando varios sitios culturales como: Museo Nacional de Antropología, Palacio de Bellas Artes, las Pirámides de Teotihuacan, y Los Pinos, así como instituciones educativas Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y más!

Únase con nosotros durante las próximas dos semanas, mientras compartimos historias de Soñadores sobre sus viajes y experiencias. Nuestra primera historia es de Araceli, quien comparte su experiencia transformadora, brindando visibilidad a los soñadores de todo el país.

La Ley bipartidista Dream Act de 2023 establecería un camino hacia la ciudadanía para los Dreamers en los EE. UU. Dado que los desafíos legales amenazan el futuro de esta política crucial para cientos de miles de Soñadores, esta legislación es necesaria para garantizar que puedan continuar viviendo y contribuyendo al país al que llaman hogar.

“Los soñadores son estadounidenses, y hace mucho tiempo que se necesita un camino hacia la ciudadanía”. - fwd.us

Araceli Ortega

Ser Beneficiaria de DACA he tenido la oportunidad de ejercer mi carrera como profesora en el Departamento de Educación de Nueva York como profesora de Español. Mis estudiantes son los que me impulsan a luchar más para poder darles la mejor educación escolar que se merece cada uno de ellos.  Cuando salí de las oficinas con mi permiso de advance parole era la persona más alegre porque iba a tener la oportunidad de visitar mi país. El país al que algún día prometí regresar y conectarme con mis raíces y mi cultura de nuevo.

Al pisar tierra mexicana era otro mundo totalmente diferente para mí. Todos te saludan buenos días, buenas tardes, aunque no te conocen, la humildad de las personas trabajando día a día. Me sentía que yo era parte de ese país después de mucho tiempo estar ausente.

Cada día que pasamos fue de aprendizaje sobre la riqueza cultural que tiene México. Visitamos La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde nos recibieron con los brazos abiertos, El museo de Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM observe obras Ben Vauiter, que todo puede ser arte desde una planta verde haz una palabra que puede tener un gran significado. Visitamos El Centro de Coyoacán, Las Bellas Artes, New Comienzos, Monumento de la Revolución, y TV Azteca. Y también tuvimos la oportunidad de entrevistar y tener una conferencia con el Señor Ricardo Salinas Pliego, La Condesa y por último El Castillo de Chapultepec es un lugar emblemático.

También tuve la oportunidad de ver a mi madre que hace más de 14 años yo no la veía. Mi madre siempre dice “la vida no la tenemos comprada” eso era mi temor más grande, de no volver a ver a mi madre.  El día que me reencontré con mi madre no había palabras para explicar la emoción que yo sentía.  La abracé con todas mis fuerzas ya que no quería soltarla, lloramos de felicidad. Disfruté de mi mamá cada instante que no quería separarme de ella. Quería recuperar cada instante que perdí durante 14 años, pero fue imposible, viví el presente y le dije lo mucho que la amo, gracias por toda la educación y valores que nos inculcó para ser la persona que soy ahora. Con mucha nostalgia visité las tumbas de mis dos abuelos, yo les prometí que iba a regresar, pero desafortunadamente no llegué. Tuve que llevar flores a su tumba y conversar sin que ellos me contestaran y no poder darme la bendición como siempre acostumbraban.

Finalmente, llegó el gran día de regresar a Estados Unidos, Nueva York donde no nací, pero es el país donde crecí, donde se abrieron muchas puertas de oportunidades, donde me esperan lo más importante de mi vida que es mi familia. El avión aterrizó y se terminó un capítulo de mi vida y empieza otro capítulo con más fuerza para lograr mis sueños y ser mejor persona que antes.

“No cabe duda esta es mi casa, aquí revivo, aquí sucede.  Esta es mi casa detenida en un capítulo del tiempo” - Mario Benedetti

Araceli Ortega Evangelista nació en México. Obtuvo su Maestría como Profesora de Español de Secundaria, y está trabajando en su segundo posgrado en Liderazgo. Actualmente trabaja en la Escuela de la Academia Preparatoria Esperanza.

Previous
Previous

Soñador - Carlos Ibarra