Juan Carlos Melero: ¿conocimientos de informática?

Juan Carlos es una persona dinámica, curiosa y con una energía contagiosa. Nunca se había imaginado frente a un grupo como profesor, pero cuando el instructor del curso de computación básica para personas adultas tuvo que retirarse, no pudo soportar la idea de que se cancelara la clase. Con su conocimiento profundo del espacio, la dimensión y la tecnología, incluyendo haber armado su propia computadora desde cero, decidió ofrecerse como voluntario para dar el curso.

No sorprendió que pudiera guiar a sus estudiantes con claridad y paciencia, ayudándoles a familiarizarse con el uso de laptops y programas básicos. A pesar de su juventud, Juan Carlos ya ha enfrentado varios retos personales y está por terminar su licenciatura en arquitectura en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Su amor por la arquitectura, la física y la computación se tradujo en una experiencia de enseñanza apasionada, accesible y profundamente transformadora para sus estudiantes. Lo que más lo enorgullece no es haber impartido un curso, sino haber acompañado un proceso de empoderamiento.

Cada miércoles durante dos meses vio cómo sus estudiantes pasaban del temor a la tecnología al uso con confianza. Al finalizar el curso no solo dominaban programas como Word y Excel y contaban con sus propios correos electrónicos, sino que también lograron conectar sus cuentas personales con ChatGPT. Juan Carlos es muy claro al señalar que la inteligencia artificial debe ser monitoreada éticamente, pero también cree que si se usa con responsabilidad puede ser una herramienta de crecimiento profesional enorme.

Esta experiencia fortaleció su convicción de que el servicio, cuando se hace en solidaridad con otras personas, puede abrir caminos hacia un mundo mejor. Ya está explorando formas de aplicar sus conocimientos en arquitectura al diseño de soluciones de vivienda dignas y adecuadas para personas migrantes. Aunque a veces se pregunta si está soñando demasiado alto, cree firmemente que las soluciones prácticas también pueden nacer de grandes ideas. Y el impacto que tuvo en sus estudiantes es prueba de ello.

La tecnología puede intimidar pero también puede empoderar. Juan Carlos transformó un imprevisto en una oportunidad y una sala llena de dudas en un espacio de aprendizaje y autonomía digital. Ahora nos toca a nosotros. Invirtamos en más espacios como este donde el conocimiento se convierte en acceso y el acceso en poder. Apoya la educación tecnológica comunitaria y ayúdanos a construir el futuro que todas y todos merecemos.

Next
Next

El Papá Noel políglota de Mixteca